martes, 22 de julio de 2008

Apple & Microsoft

El visionado de la película-documental del pasado viernes me sirvió para conocer un poco mejor un fenómeno del que, había oído hablar, pero no tenía demasiada información.
El film recoge unos momentos únicos e irrepetibles. Digo esto porque si nos paramos a analizar el fenómeno, vemos la enorme importancia que el nacimiento de ambas empresas tuvieron desde múltiples puntos de vista (económico, tecnológico y social entre otros). Al margen de polémicas sobre monopolios, hay que reconocer que la forma de vida según hoy la entendemos, pasa porque unos jóvenes y ambiciosos universitarios se conocieran años atrás y decidieran emprender un camino impulsados por grandes dosis de talento, conocimiento y como he mencionado antes, de ambición.
Mi opinión es que para comprender mejor el tras fondo del "enfrentamiento" entre las dos empresas, hay que tener muy en cuenta la personalidad de sus respectivos primeras espadas.
Por un lado tenemos a Steve Jobs, ex hippie e idealista que tiene un concepto espiritual (casi divino, diría yo) de su obra. La película le muestra en ocasiones como el líder de una comunidad religiosa (en la playa, lanzando frisbies a sus empleados), y tomando decisiones dejándose llevar por ideas que poco o nada tienen que ver con el despiadado mundo de los negocios (por ejemplo, mostrar tu tecnología a un grupo de "curiosillos compadres").
Por otro lado tenemos al temido y en muchos casos odiado Bill Gates. Aún a riesgo de hacer de abogado del diablo (bueno, seguro que este tío tiene en nómina a un batallón de los mejores, e incluso al mismísimo diablo), he de decir que ética empresarial aparte, el tío ha sabido como montárselo. Me llamó mucho la atención una frase que decía algo así como "Nosotros crearemos la necesidad al mundo de nuestros productos" es simplemente fantástica. De hecho es uno de los pilares del marketing actual. Otro aspecto que para muchos puede ser criticable, para mi es digno de elogio. Supo mantener un farol a la gente de IBM cuando no tenía nada para venderles, pero supo estar rodeado de la gente que le interesaba, de manera que le consiguieran la base de un pelotazo en forma de sistema operativo. A eso le llamo saber buscar la oportunidad, buscar la buena suerte y aprovecharla.
Con personalidades tan dispares al timón de ambos barcos, lo normal es que chocaran en algún momento, hoy en día la cosa parece no estar tan tensa entre ambas empresas, pero lo cierto es que a tenor de lo visto en la película (con robo de ideas y material incluidos), aquellos días debieron ser un auténtico suplicio para ambos protagonistas que demostraron tener unos corazones a prueba de bombas, ya que cada uno en su trinchera los dos eran plenamente conscientes de que estaban desempeñando un papel protagonista en una historia que cambiaría el rumbo de la vida de millones de personas para siempre.

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